Los trastornos relacionados con el uso y adicción a las sustancias constituyen uno de los problemas de salud más importantes a nivel mundial.
La aceptación social del consumo de ciertas sustancias, como el alcohol, puede dificultar a la persona entender cuándo su consumo es problemático y, por tanto, necesita un apoyo profesional.
Algunos indicadores de consumo problemático son los siguientes:
⚠️ Si no se consume se siente malestar físico y/o emocional.
⚠️ Cada vez se necesita más cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto.
⚠️ El consumo produce malestar en el día a día: discusiones con la gente de alrededor, ausencias en el trabajo, aislamiento, etc.
⚠️ Las relaciones con la gente casi siempre tienen que ver con el consumo.
⚠️ A veces se realizan esfuerzos por dejar de consumir pero no es posible.
⚠️ Se realizan conductas de riesgo bajo los efectos de la sustancia: conducir un vehículo, mantener relaciones sexuales sin protección, dañarse a uno mismo oa otras personas.
El consumo problemático de sustancias tiene repercusiones en todas las áreas de la vida de la persona y es por este motivo que en el abordaje deben tenerse en cuenta tanto los aspectos físicos como psicológicos y sociales de la adicción.