La plasticidad cerebral durante los primeros años de vida nos ayuda a que una intervención psicológica sea mucho más efectiva. Un buen diagnóstico y atención precoz se ha visto que ayuda a tener un mejor pronóstico.
Es muy importante que esta intervención esté basada en la evidencia científica, sea una intervención personalizada, haga partícipe a la familia y tenga en cuenta el entorno natural del niño.
Como padres, podemos buscar información científica y compartirla con nuestro profesional de referencia. Es muy importante que durante el período de diagnóstico y de intervención se tenga una buena red de apoyo. También podemos acudir a Asociaciones y grupos de padres, en los que podremos observar y compartir nuestros problemas cotidianos, dar y/o recibir estrategias de nuestros iguales (otros padres) y obtener un grupo nuevo de apoyo.