Las actividades humanas llevan al medio ambiente más allá de los límites considerados seguros para la estabilidad del sistema terrestre y el bienestar de la humanidad.
El sistema alimentario actual es insostenible, ya que se relaciona con:
♻️ La contaminación y degradación del medio ambiente: contamina la atmósfera, la tierra, los acuíferos, los ríos y mares, genera gases de efecto invernadero, productos químicos tóxicos y una enorme cantidad de residuos de plástico.
♻️ Vulneración de los derechos de las poblaciones más desprotegidas: el acaparamiento de tierras cultivables y el monopolio de grandes empresas sobre el comercio de materias primas perjudica gravemente a las poblaciones más vulnerables.
♻️ La emergencia climática, con grandes emisiones de gases de efecto invernadero, deforestación, degradación de los suelos, gran uso y contaminación del agua, etc. De hecho, las emisiones de gases de efecto invernadero dependen en gran parte de la producción de alimentos, que genera más del 26% de las emisiones totales.
♻️ El desperdicio. Según el artículo 4 de la Ley 3/2020, de 11 de marzo, de prevención de las pérdidas y el derroche alimentarios, se consideran derroche alimentario los alimentos destinados al consumo humano, en un estado apto para ser ingeridos, que se retiran de la cadena de producción o de suministro para ser descartados en las fases de la producción primaria, transformación, fabricación, transporte, almacenamiento, distribución y consumo final, con la excepción de las pérdidas de alimentos de la producción primaria (las partes comestibles de los alimentos que quedan en la propia explotación, ya sean reincorporadas al suelo, ya sean utilizadas para hacer compostaje in situ). A escala mundial, se desperdicia un tercio de todo lo que se produce. En la Unión Europea, cada año se desperdician 88 millones de toneladas de alimentos.
♻️ La salud de las personas: fomenta ambientes que promueven la obesidad y perjudican gravemente la salud debido a dietas bajas en frutas y verduras, con un exceso de alimentos de origen animal y con demasiados alimentos procesados y ultraprocesados, ricos en grasas malsanos (trans y saturados), sal y azúcares.