La hipertensión arterial es una condición que consiste en tener la presión arterial elevada de forma sostenida. La presión arterial es la fuerza que hace la sangre en las paredes de las arterias. Tiene dos componentes:
▫️Presión arterial sistólica. Corresponde al valor máximo de la presión arterial cuando el corazón se contrae al latir (sístole).
▫️Presión arterial diastólica. Corresponde al valor mínimo de la presión arterial cuando el corazón se encuentra en reposo, entre latidos cardíacos (diástole).
Una persona es hipertensa cuando tiene repetidamente la presión arterial sistólica (la máxima) igual o superior a 140 mm Hg, o bien la presión arterial diastólica (la mínima) igual o superior a 90 mm Hg. Los criterios pueden variar en cada persona, sobre todo si se padece alguna enfermedad.
🧠 La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que puede llegar a causar diferentes tipos de lesiones en las arterias y que incrementa el riesgo de padecer enfermedades del aparato circulatorio, principalmente el ictus y el infarto agudo de miocardio. Es el factor de riesgo cardiovascular más importante pero también fácil de detectar y con un tratamiento eficaz y sencillo.
No se conocen las causas de la hipertensión en la mayoría de los casos, pero sí algunos factores que se relacionan con su desarrollo.
En ciertos casos excepcionales, sí existen causas específicas para la hipertensión arterial, como pueden ser problemas endocrinológicos, enfermedades renales o de las arterias renales, síndromes de apneas del sueño o las hipertensiones asociadas a enfermedades del sistema nervioso central.
Las personas con una hipertensión moderada se encuentran bien y carecen de síntomas. Sin embargo, en algunos casos los siguientes síntomas pueden ser indicativos de tensión alta: mde cabeza fuerte, zumbido o ruidos en las orejas, hemorragia nasal, fatiga, confusión, dolor en el tórax o cambios en la visión.
🚭 Evitar la hipertensión es muy importante para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Retrasarlo o prevenirlo es posible con un estilo de vida saludable. Así, seguir una alimentación equilibrada y baja en sal, realizar actividad física regularmente, no fumar y moderar el consumo de alcohol son recomendaciones básicas que sirven como prevención de la hipertensión.